Islandia, una puerta hacía el Océano Glaciar Ártico. Paisajes sorprendentes y de gran belleza colonizan las tierras islandesas. Bajo la superficie de este país bulle la lava, su actividad volcanica permite a los islandeses calentarse y pasar los inviernos consumiendo una energía límpia y renovable. Las aguas termales les proporcionan felicidad pues la posibilidad de darse un baño a 35 grados centígrados o más, cuando la temperatura exterior es bajo cero es una experiencia maravillosa, por lo menos hasta que hay que salir a coger la toalla. Las tarjetas de crédito corrían por doquier en un país que para tomarte una coca-cola pagabas con Visa Oro. ¡Ahora, qué miedito dan los bancos eh! y qué importancia se le da a tener en el bolsillo un trocito de plástico. C'est la vie, la que hemos creado o hemos dejado crear o no nos ha quedado más remedio que aceptar.